lunes, 7 de junio de 2010

A TODOS LOS PROFESORES

A todos los profesores



Rosalina Perdomo Montalvo


lunes, 7 de junio de 2010, 09:00 a.m.

Comparto estas reflexiones con todos los maestros y profesores en este momento de crisis extrema. La educación puede hacer una diferencia en el ser humano. Una mejor educación puede impulsarnos a una mayor proactividad a favor de nuestro país.

Creo junto con muchos otros, que cuando la educación es buena, es decir de calidad, transforma al individuo en sus concepciones, sus valores y manera de proceder. La educación de calidad expande los niveles de conciencia del ser humano.

No basta con manejar datos, conocimientos, sino somos capaces de entendernos nosotros mismos, nuestros sentimientos, sino podemos relacionarnos con otros de forma amorosa y de promover ambientes de cooperación, justicia, de cariño y acogida.

De nada nos sirve saber muchas cosas, ser buenos, sino podemos ser competentes para buscar solución a los problemas que se nos presentan y vivir una vida más humana.

Una buena educación puede contribuir a darnos horizonte en la vida, capacidad para interpretar la realidad y transformarla.
Una buena educación nos puede ayudar a disfrutar más de la vida
Una buena educación puede contribuir a mejorar nuestra salud física, mental y ambiental.
Una buena educación puede pulir nuestra capacidad de comunicación
Una buena educación nos puede hacer más sagaces y advertidos.
Una buena educación nos pude ayudar a ser más efectivos cuando trabajamos en equipo.
Una mejor educación puede contribuir a afinar nuestra conciencia moral y social.
Una educación de calidad nos puede ayudar a entender los rasgos de nuestro ser dominicano

Para que eso sea posible y pueda llegar a la grandísima mayoría de nuestros estudiantes, el cuerpo docente ha de comprometerse con la selección de unos contenidos relevantes, con unas prácticas pedagógicas transformadoras, con unas actitudes y valores netamente humanos.

Para llevar a cabo esta transformación nos necesitamos unos a los otros. No basta con que algunos crean en esto, todos tenemos que involucrarnos, es una tarea colectiva y a la vez individual.

Un estudiante es un ser por descubrir. Las cosas que lleva en su corazón lo transcienden. Esas cosas hay que descubrirlas, destaparlas algunas duelen porque nos tocan y aluden a nuestros problemas personales. La educación a veces pasa por el dolor.

El ser profesor, educador, requiere de vocación. Este no es un oficio cualquiera, la motivación primera no puede ser dinero, aunque el dinero es un estimulo y permite resolver problemas y tener un vida más digna.

Hay experiencias de aula que han marcado a tus alumnos. Hay lecturas que han sido iluminadoras y que han impactado en el corazón y la conciencia. Hay debates que dado al traste con prejuicios y mitos. Hay investigaciones que han puesto a las desnudas realidades y descubierto algunas verdades. Hay equipos que han sido de grandes beneficios para el aprendizaje.

Nosotros los profesores sabemos qué hacer para provocar aprendizajes más signicativos, pero tenemos que perder el miedo a crear, a aventurarnos, a compartir nuestras experiencias. Las cosas buenas son para compartirlas y repetirlas a la manera de cada cual. Hay que patentizar las mejores prácticas de cada uno, publicarlas entre nosotros para venderlas gratuitamente a nuestros compañeros profesores.

El profesor es el director de orquesta de su aula. Vamos a transformar cada aula, vamos a aludir a cada alumno en lo mejor que tiene, que cada cual toque su mejor instrumento y que juntos profesor y alumnos, nos comprometamos con un país que nos devuelva la esperanza y confianza en nosotros mismos.

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